¿EL ATUENDO DEL EMPLEADO INFLUYE EN LA PRODUCTIVIDAD DE LA EMPRESA?

Estudios confirman que la manera de vestir de los trabajadores condiciona su credibilidad frente a los clientes.
Según los especialistas, dependiendo del área que abarque la empresa resulta fundamental el uso de determinado vestuario. Está comprobado que un trabajador con atuendo ejecutivo da mejor imagen ante la sociedad que quienes realizan sus labores con ropa más informal. Aunque si no se trabaja de cara al público, el uso de ropa mas cómoda está comprobado por estudios científicos que aumenta la productividad hasta un 45%.

La forma de vestir ayuda a construir la percepción y valoración de la persona. Por lo tanto muchas empresas marcan un código sobre cómo deben vestir sus empleados.

En general, las grandes empresas son más clásicas que las pequeñas compañías a la hora de vestir. Ésta suele venir impuesta por la dirección, que impone su política indumentaria al resto de los trabajadores. La mayoría de estas empresas recomiendan usar ropa clásica a los empleados que tienen trato directo con los clientes.El vestuario debe amoldarse a la filosofía de la organización en el caso del mundo empresarial.

Consejos para transmitir una  imagen de profesionalidad en el trabajo

Respecto a los hombres:

• Un error muy común  es no saber combinar adecuadamente las prendas.
•  Se desaconsejan las camisas estampadas porque son llamativas y difíciles de combinar. 
• Son más adecuadas las de tono azul y burdeos. Disimulan mejor la suciedad, algo que no logran conseguir las blancas. Éstas, además, son poco elegantes pues suelen transparentar al quitarse la chaqueta. Otro error es mezclar prendas formales con informales.
•  En los hombres que lo lleven corto, éste no debe sobrepasar el cuello de la camisa.
• Los hombres deben tener cortadas las uñas a la altura de la punta de los dedos

Respecto a las mujeres:

•  Las faldas jamás deben quedar a más de un palmo por encima de las rodillas. 
• No se recomiendan camisas o blusas que se transparenten. 
• El escote tampoco debe ser muy pronunciado ya que no permitirá moverse con comodidad. 
• Para vestir de manera formal lo ideal es un traje de chaqueta y pantalón, pero jamás muy ajustado porque resultaría llamativo. Salvo en ocasiones de gala no deben utilizarse zapatos de tacón elevado, resultan llamativos a la par que incómodos.
• El pelo no tapará nunca la cara. Debe estar despejada. Si se tiene melena ha de estar sujeta.
•  Las mujeres que tengan el pelo largo y rizado deben recogerlo en una coleta. . 
• Para las uñas lo mejor es no llevarlas muy largas y jamás pintadas de colores llamativos.

El uso de uniforme

Por otra parte el vestir de uniforme es muy común en el sector industrial y comercial. En el primer caso se utiliza por razones de higiene (por ejemplo cadenas farmacéuticas y alimentarias) o seguridad. En el comercio el uniforme transmite la imagen de la compañía y facilita la identificación del empleado a los clientes.

Algunos uniformes (policía, militares, médicos, etc.) son casi una institución porque se reconocen rápidamente. En general los uniformes suelen ser prácticos, cómodos y respetuosos con quién los porta

Dato curioso

En los últimos años se ha comenzado a ser más tolerante laboralmente respecto a la ropa de trabajo. El casual wear o manera informal de vestir es una tendencia importada de Estados Unidos. Allí se permite en el 90% de las empresas mientras que en Europa no se llega al 50%. Su función es suavizar las jerarquías dentro de las organizaciones.Con ello se busca un mayor acercamiento y comunicación entre todos los departamentos de la compañía. En general se suele vestir de sport en los trabajos creativos como periodistas, agencias de publicidad, etc. Algunas multinacionales están implantando el denominado Friday Free. Éste consiste en vestir informalmente todos los viernes

Casos polémicos en la vestimenta de algunas empresas

La polémica por la recepcionista a la que obligaron a usar zapatos de tacón en la oficina.

Las cosas no comenzaron bien para la recepcionista Nicola Thorp en su nuevo trabajo temporal en una importante firma auditora en el distrito financiero de Londres.

Y es que su vestuario fue, quizás, lo primero en ser sometido a auditoría aquella mañana. Y sus zapatos bajos no pasaron la prueba.

Thorp asegura que la empresa, le dio dos opciones: te vas a comprar unos zapatos tacón alto - de 5 a 10cm- o te vas a casa sin sueldo.

'Si me pueden dar una razón por la cual llevar zapatos bajos va a impedirme hacer mi trabajo, entonces está bien'. Pero no pudieron. Y esperaban que hiciera un turno de nueve horas llevando y trayendo clientes a las salas reuniones. Les dije que simplemente no me podría en tacones", señaló.

En conclusión las empresas deberían tener un serie de pautas a tener en cuenta para evitar polémicas de este tipo, como por ejemplo, establecer reuniones donde los empleados puedan dar su opinión sobre las propuesta de vestimenta adecuadas  que ayuden a reflejar la imagen de la empresa sin necesidad de discriminar a la mujer obligándola,  por ejemplo,  a llevar una determinada falda o tacones.